Poné una sartén a fuego medio con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y, cuando coja temperatura, añadí los camarones
Cociná durante 7-10 minutos o hasta que se doren, sacalos y ponelos en papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.
Rallá los limones sin llegar a la parte blanca, reservá para decorar después y cortalos en trozos pequeños.
En la misma sartén que usás para preparar los camarones, añadí los trozos de fruta y remové para ayudar a que suelten el zumo.
Mientras, poné aproximadamente un litro de agua a hervir, con aceite y sal y cociná la pasta de manera acorde a las instrucciones indicadas en el paquete de compra.
Cuando los limones hayan expulsado el jugo, retiralos con ayuda de unas pinzas de cocina y añadí el queso crema.
Si deseás conseguir una textura más fina, podés añadir un par de cucharadas del agua de cocción de la pasta.
Agregá la pasta a la sartén con la salsa y los camarones.
Salpimenta al gusto y añadí ajo en polvo, albahaca y la ralladura del limón.